El autoconsumo y la generación distribuida son términos que están relacionados con el uso de la energía. Ambos son cada vez más relevantes en el entorno energético, en lo que se refieren a la producción y el uso de energía para satisfacer las necesidades de los consumidores.
- La generación distribuida es una forma de producción de energía en la que los consumidores producen energía para uso propio o para vender a la red eléctrica. Esto significa que los consumidores pueden producir energía con fuentes renovables y venderla a la red eléctrica para generar ingresos.
- El autoconsumo es una práctica cada vez más utilizada por los consumidores. Básicamente, se trata de la generación de energía a partir de fuentes de generación renovable, como la energía solar, eólica, hidráulica o geotérmica, y su uso para abastecer directamente a la red eléctrica del usuario. De esta manera, el usuario es capaz de generar su propia energía y, al mismo tiempo, ahorrar costes al no tener que comprar energía a la red eléctrica.
Ambas prácticas tienen una serie de ventajas, entre las que destacan el ahorro de costes, la reducción de la huella de carbono y la contribución a la descarbonización del sistema. El ahorro de costes se debe a que el usuario es capaz de generar su propia energía o contribuir a la generación de energía renovable, lo que le permite reducir sus facturas de electricidad. Por otro lado, la reducción de la huella de carbono se debe a que la energía generada se obtiene a partir de fuentes de generación renovable, lo que permite reducir las emisiones de dióxido de carbono.
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